12 de mayo de 2014

Otra carambola más y la Liga se decidirá en el Camp Nou

Jornada 37 Liga 

Elche 0
Futbol Club Barcelona 0

Empate sin goles en el Martínez Valero que combinado con el empate del Atlético deja todo igual antes de la final del próximo sábado.

Otra vez se aplazaron las portadas, se guardó el champagne y nadie pudo campeonar ayer. Unos empezaron perdiendo y los otros se fueron acomodando para no sufrir un mal mayor en algún contra-ataque. El Barça, a todo esto, salió a morder en terreno ilicitano, ambicioso y con ritmo, llegó a las inmediaciones de Manu Herrera con profundidad y buenas transiciones pero sin remate. El conjunto de Fran Escribá, estratega de cuna y con las ideas muy claras consciente de la importancia de conseguir un punto, alineó 11 soldados que interpretaron su idea a la perfección. No es casualidad que el Elche empezara siendo el equipo revelación de la Liga y que en su campo solo Madrid y Atlético le hayan marcado dos goles, muy ordenados en defensa donde hasta los que debían hacer el contra golpe también se pusieron el mono de trabajo. A esta defensa la sorprendían Cesc y Alexis, comandados por un Messi conectado que intentó ser siempre un engaño atrayendo jugadores verdiblancos para dejar más espacio a sus compañeros. Esos espacios los ocupaba Cesc para desconcertar, el de Arenys solo estuvo metido 45 minutos y casi son suficientes para romper la igualada. Él sirvió a Iniesta la ocasión más clara del primer tiempo, donde el manchego envió una volea al larguero.


Entonces marcó Samuel en el Calderón, Messi la tuvo en Elche y el Barça se fue quedando sin ideas en un segundo tiempo donde lo más peligroso fueron las contras ilicitanas. El mejor de los catalanes en la primera parte, Cesc, pasó de ser solución a carne de cambio y Iniesta no tuvo la finura ni precisión de sus mejores días; el motor empezaba a estar averiado. Los azulgrana a utilizaban el recurso fácil, decantar el ataque a la derecha para que Alves centrara. Aun no se entiende muy bien porque es la opción que utilizan los jugadores de Martino en los momentos que necesitan marcar, los catalanes no gozan de un rematador ni tampoco de mucha gente que entre bien de segunda linea. Solo Cesc y fue sustituido.

Mientras tanto marcaba Alderwield en Madrid, y Rodrigues y Boakye asustaban a la hinchada culé con ocasiones a la contra, con un Barça que se la jugó dejando muy abierta la retaguardia. El Barça se quedó sin fuelle y acabo dando por bueno el empate a expensas de que en el Calderón se produjera el milagro. La semana que viene habrá final, por fin, y alguno de los dos saldrá vencedor de un campeonato que nadie parece querer. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario