Chelsea F.C 4
Wigan 1
Los pupilos de Rafa Benítez volvieron a la senda de la victoria tras golear
al Wigan, que lo puso más complicado de lo esperado. Lampard se reivindicó y
allanó el camino del triunfo para calmar los ánimos en Chelsea.
Muchas dudas amanecían en la tarde futbolera de Stamford Bridge, el Chelsea
recibía al Wigan inmerso en una racha de resultados negativos. Por su parte, Roberto
Martínez salió con todo para ofrecer una buena imagen en el feudo ‘blue’. Los
primeros compases fueron para los visitantes, de la mano de un Franco Di Santo
extra motivado, por su pasado en el Chelsea, que junto a Maloney ponían en
apuros la portería de Cech.
El Chelsea, sin Mata, creaba menos de lo habitual, poca profundidad en sus ataques que dejaban a Torres aislado arriba. El español fue el mejor antes del gol local. En el ecuador de la primera parte, los ‘blues’ más efectivos aprovecharon una de las ocasiones que tuvieron. Un contra golpe a la vieja usanza entre Hazard, Torres y Ramires lo finalizo el siete del Chelsea para abrir el marcador. Queriendo el balón, pero con un juego plano y sin verticalidad el Wigan no supo hacer daño a los de Rafa Benítez.
En el descanso los dos conjuntos se reactivaron, principalmente el Chelsea.
Había mejorado en el tramo final del primer tiempo, la colaboración de Lampard
en la creación y de David Luiz apagando incendios funcionó para comerle el
terreno a los ‘latics’. Antes de llegar al cuarto de hora, el catalizador del
juego ofensivo del Chelsea, Hazard, marcó el segundo tras un pase de
Azpilicueta. El extremo belga se atrevió más al no tener carrileros fijos y
transmitió buenas sensaciones. Ipso-facto y aprovechando un error local el
Wigan recortó distancias. El ex del Celtic de Glasgow puso el nerviosismo en
Stamford Bridge donde todos tenían en mente las remontadas sufridas en los últimos
encuentros.
Los ‘latics’ introdujeron cambios para morder arriba, pero nada cambió. El
Chelsea fue paciente y reaccionó con oficio, la entrada de Mata sirvió para
amenazar a los visitantes que cedían terreno. Lampard, a cinco minutos del
final, rompió las ilusiones del Wigan con un gol tan clásico como habitual;
dirigió Hazard, dejó pasar Mata y, acompañando la jugada finalizó el medio
centro inglés. Marko Marin cerró la goleada y marcó un año después.
El Chelsea
ganó sin convencer, tuvo más pegada que su rival pero demostró el porqué de su
tercer lugar en la tabla. Los ‘blues’ se alejan de sus perseguidores y ponen el
cercó a la plaza Champions.
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